Monólogo del monstruo 1ero. C

Escriban el monólogo de un animal que tiene alas pero no vuela, vive en el agua, pero no sabe nadar, y está desde la tierra, todo el tiempo, mirando el cielo.

Una Dulce Tentación
Creen que soy un vampiro, una chupa sangre. Suelen confundirme con un demonio, algo frío y sin alma, y quizás es lo que sea, pero, ¿quien es el que determina que es que? Me miro en el reflejo del agua, solo veo un animal, un drenador de vidas. Cuando salgo por las noches es inevitable, no se si será la sangre no se si será su aroma, enciende mi persona sin darme cuenta, mas que un deseo es un anhelo, es como si me estuvieran esperando, es como si clamaran por mi. Me pregunto ¿cuando podré descansar?, pero no puedo, soy yo mismo quien no me lo permite, autocontrol no existe, solo una visión de lo que quiero ser. Según cuentan un día me librare de este mal, en el solsticio de invierno el hombre me dará el descanso eterno, mi vulnerabilidad será mucha, pero mi salvajismo también, ¿Llegara algún día alguien a quitar de mi este pecado? El cual no eh elegido pero, sin embargo, esta en mi. ¿O seguiré siendo esclavo de esta enfermiza tentación?
Leonardo Rivera

Congrio
Mis hermanos si pero yo no. La tristeza de no poder volar no se compara con ninguna otra. Si soy un pájaro, me pregunto ¿Por qué no puedo volar?. Soy el único de mis seis hermanos que no puedo y eso en mi bandada es muy difícil de aceptar.
Paso mis días observando a los demás y en la soledad de mis noches es raro que logre conciliar el sueño. Mi cabeza no para de dar vueltas ¿Será que no lo eh intentado lo suficiente? ¿Será que el miedo impide que mis alas cobren vuelo? No lo sé. Solo sé que en mi imaginación soy feliz. Mis alas coquetean con el viento y resplandecen desplegadas hacia el cielo y en esa danza maravillosa construyo un hogar, mi hogar y es allí donde creo que no lo eh intentado lo suficiente.
Natalia Minissale
Soy un monstruo solitario tengo alas y no puedo volar, si me miro al espejo encuentro que no soy nada y solo veo el reflejo del monstruo que el tiempo convirtió. Cuanto tiempo perdido aquí, sumergiéndome cada vez mas en la miseria que me toco vivir, inundo mi alma en la tristeza de esta soledad.  
Me pregunto, ¿por que yo? ¿Por que a mi? ¿Acaso soy culpable de algo? Que alguien por favor me  lo diga por que no lo se… quizás ¿no debí haber nacido? Siempre desde la tierra miro al cielo pensando que es un castigo de dios y sin entender por que tengo que cargar con esto y vivir en estas oscuras penumbras.
Quizás esto en algún momento cambie pero ya no se si podre salir a la vida que no conozco y que por lo tanto desconfió, creo que prefiero seguir bajo este velo que al menos me cubre de tanta nostalgia
Micaela Isla y Sara Natalia Pérez

Al ver tanto hielo a mi alrededor y ningún otro como yo, me vuelve el pensamiento de salir a saber que hay más allá de esta tierra rodeada de agua; esa agua tan cristalina y a la vez tan peligrosa para mí que no me atreveré nunca a tocar. ¿Por qué esta tierra nunca llegará a otros lares?, ¿Cómo habré llegado hasta aquí?
            Siempre veo tierras con soles propios que pasan por aquí. ¡Dichosos sean ellos que se pueden ir!
Hay veces, momentos, en que me pregunto por qué siempre pasan cerca de aquí y nunca me ven, aunque seguramente si lo hicieran no me llevarían. Ya puedo ver sus caras de asombro mirándome y susurrando entre ellos de lo raro que soy. ¡Sí!, tengo aletas y no sé nadar en esa agua que siempre termina sacando lo peor de mí. En fin, yo aún todavía encerrado y amenazado por ese bendito líquido que, de vez en cuando, avanza tierra adentro arrasando con todo lo que encuentra en su camino, sin saber como defenderme. Algún día me animaré a zambullirme y salir en búsqueda de esa tierra que tanto anhelo. Sin prejuicios ni miedos.
Ezequiel Hidalgo

Del otro lado del engaño
Amanece más lento, o tal vez estoy cada vez más desesperado.
La rutina abruma,aburre y duele. No me queda otra opción más que fingir o capaz no lo estoy haciendo.Grito, lloro, ruego por ayuda, pero ya nose si es solo una atracción o un pedido real.
Se inventaron mil historias sobre mi, que nací de una mala cruza, que fue una maldición sobre mis padres que cayó sobre mi.
Que mis alas no levantan vuelo por el peso de mi maldad.Pero eso no es lo importante, si supieran lo que es llevar tanto años esta vida.El miedo a la muerte me lleva a cometer mis actos,aunque también lo disfruto.
Pero el miedo de los otros hace las cosas más difìciles o más emocionantes, aunque ahora son menos los que se acercan a mi, son menos los que escuchan mis pedidos de auxilio.
Durante la mañana, caminar hasta la población más cercana y empezar la actuación... horas y horas hasta que caiga la primera presa, que me satisface el cuerpo, el orgullo, el alma; aunque solo una por mes o tal vez dos.
Al atardecer solo queda volver a esconderme hasta que vuelva a salir el sol.Las noches son cada vez más largas,solo queda dormir,si lo consigo,me levanto positivo con ganas de cambiar.Si no lo logro(que es lo habitual)busco la forma de pasar el tiempo,hallando nuevas estrategias para mejorar la "caza" aunque también es inevitable pensar que estoy haciendo mal.
Daniela Hernández y Araceli Roman

Malisia        
 Dejo escurrir la arena entre mis dedos, tan suave y tibia, la misma que nunca puedo ver desde lejos. Mientras en mis ojos se refleja ese azulado tan inmenso que me despierta tanto dolor y angustia por ser parte de mí y  a la vez prohibido. Veo a las aves desplazarse son tanta soltura. Despliegan sus alas, sienten la brisa en su rostro de una manera que jamás podre sentir. Porque a pesar de contar con ellas; unas alas grandes y de una belleza sin igual, solo están ahí en mi espalda. Como un simple adorno sin vida que lo único que hace es recordarme diariamente aquello que está en mi naturaleza pero jamás podré hacer por castigo. Supuestamente no lo merezco porque las aves vuelan y son bellas. Yo solo un monstruo que no puede adornar la plenitud del cielo. Al contrario solo arruinaría tan inmenso paisaje con mi deformidad. Sé que no tengo la culpa, yo no pedí ser un monstruo y sé que tampoco le importa a nadie. ¿Acaso alguien me pregunto que siento?... ¿o intento conocer cómo pienso?... no, solo huyen y se alejan porque de alguien como yo el resto solo espera maldad y frialdad. Yo ahora pregunto: ¿realmente quiénes son los malvados? Ellos o yo que tengo que sobrevivir día a día soportando esta soledad que solo logro olvidar cuando sueño que despliego mis alas y vuelo tan alto que ya nadie me puede juzgar.
Brenda Biondo, Carolina Esperanza, Norma Miño y Susana Schweizer

...es difícil imaginar un futuro feliz, lo único que me alienta es pisar tierra firme y mirar al cielo, de día busco formas a las nubes y de noche trato de encontrar las estrellas más luminosas. La realidad es que en mi espalda me pesan alas, pero son demasiado pequeñas para volar. Chapoteo en el mar, floto, salpico agua, pero no sé nadar y lo grave de todo esto es que el agua es mi hogar. Veo constantemente montruos a mi alrededor, pero todos tienen una cualidad... quizás la mía está oculta aún, o sea sólo pensar y reflexionar acerca de la tristeza que tengo en mi vida y la felicidad que veo en los demás.
María Julieta Baldor Rossi                                                                                                                                                                                                                                                         


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